lunes, 1 de julio de 2013

Aumenta el síndrome de las casas abandonadas


Debido a que las familias destinan 30% de su ingreso en trasladarse al DF, prefieren dejar o alquilar sus casas
PUBLICADO : Hoy 07:09 h.
MARIO MENDOZA / @MARIOFINANZAS
El Distrito Federal y su área conurbada viven un nuevo fenómeno social e inmobiliario: el síndrome de la casa abandonada, lo cual obliga a cientos de familias que viven en zonas alejadas del centro de la ciudad a dejar su vivienda e, incluso, incumplir sus créditos hipotecarios.

Lo anterior, debido al estrés, gastos en transporte o alimentación y crisis por enfermedades preexistentes que les provocan los traslados –de entre dos y tres horas– desde su domicilio hasta sus lugares de trabajo, escuela y áreas de servicios.

Algunos reportes advierten que los habitantes de municipios como Huehuetoca, Cuautitlán, Tultitlán, Chimalhuacán, Ixtapaluca y Valle de Texcoco, invierten hasta 30% de sus ingresos en transporte, alimentos y servicios necesarios para su traslado, lo cual al término de algunos meses o años, los obliga a abandonar sus propiedades y contratos básicos: agua, luz o gas.

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) del DF reportó que existen más de 200 mil viviendas abandonadas en unidades habitacionales, ubicadas en zonas marginadas o con problemas importantes de transporte y servicios básicos.

Mientras el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que hay 500 mil casas y departamentos olvidados en la zona conurbada del Estado de México, lo cual ejemplifica el tamaño del problema.

Octavio Novelo, director del sitio www.casachilanga.com, explicó que los estudios más recientes sobre la venta y demanda hipotecaria en la metrópoli arrojan que las familias ubicadas en la periferia destinan hasta un tercio de su ingreso a transporte y gastos asociados a los traslados hacia su trabajo, escuela o actividades diarias.  
 

“Hay cientos de familias que, ante el desgaste físico y emocional, estrés, agotamiento y gastos que deben cubrir al vivir en municipios como Huehuetoca o Cuautitlán, abandonan, rentan su casa y se mudan al DF.

“Prefieren pagar una renta de cinco o seis mil pesos, vivir en un huevito o comprar un departamento de 56 metros cuadrados, que duplica el costo de su casa actual o dispara la mensualidad de su hipoteca, con tal de vivir a 20 ó 30 minutos de la oficina o la escuela de sus hijos”, apuntó.
En una entrevista con Publimetro, el especialista señaló que dicho problema ha tomado tales dimensiones que las ventas de departamentos y casas se redujeron entre 25 y 30% en el último año.

En tanto, los precios de los inmuebles en el DF, principalmente en las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo, se han disparado entre 10 y 15% anual, aunque en algunos casos se reporta un alza de 30%.

Testimonio

 “Una mala decisión residir en Tecamac”

“Vivir en Tecamac, Estado de México se convirtió en una mala decisión. Compramos la casa en 390 mil pesos, tenemos tres recamaras, un baño y medio y un lugar de estacionamiento, pero gastamos entre tres mil y cuatro mil pesos al mes en comida, transporte o gasolina para ir a trabajar al DF.

“Invertimos tres mil 700 en la mensualidad de la vivienda y tardamos entre dos y tres horas para llegar al trabajo y otro tanto para regresar a casa. Hay mucho estrés si hay tráfico, pasa algún accidente en la carretera o llueve mucho.

“Por ello, estamos pensando en rentar nuestra vivienda y alquilar otra –aunque sea más chiquita– en los alrededores del centro de la ciudad, con tal de reducir los traslados a 30 minutos”. Éstas son las reflexiones de Martha Alvarado, profesionista de 32 años, quien, junto con su esposo Martín, están dispuestos a pagar una renta de hasta seis mil pesos, con tal de evitar la problemática.
Fuente: Publimetro